El Guayme. 12. Testimonio Musical de México, volumen 54

Para subir al cielo se necesita, zamba, ay que le da, una escalera grande y otra chiquita, y ésa es la verdad. Dicen que no me quieren porque no tengo, zamba, ay que le da, la nariz afilada y los ojos negros, y ésa es la verdad. De la sierra morena vienen bajando, zamba, ay, que le da, un par de ojitos negros de contrabando, y ésa es la verdad.

En la costa y en la sierra se interpretan aún sones de paño, sólo que la mayoría de los bailadores jóvenes ya no vieron cómo se bailaban anteriormente. Este ejemplo también se conoce en la Tierra Caliente michoacana y jalisciense. Es interesante que en los versos se aluda a varios grupos étnicos, muestra de la mezcla cultural que se ha dado en las costas del Pacífico desde tiempos de la Colonia.