Adoración de los pastores

La iconografía plasmada en este cuadro deriva del texto bíblico que narra: "Y había en la misma región unos pastores acampados al raso que velaban sobre su rebaño. Un ángel del Señor se presentó entre ellos... Y el ángel les dijo: No temáis pues os anuncio una gran alegría, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy un salvador... Y ésta os será la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre... Los pastores se decían entre sí: Vayamos pues, a Belén y veamos este suceso... Y fueron con prisa y encontraron a María y José y al niño reclinado en el pesebre" (San Lucas: II, 8-16). La tradición de representar al Niño desnudo se remonta a la época renacentista y se encuentra relacionada con la Nuditas Temporalis, que simboliza la carencia de bienes y posesiones terrenales y que es natural al hombre al nacer, y con la Nuditas Virtualis, que es símbolo de la pureza e inocencia. Sánchez Salmerón, siguiendo un esquema compositivo muy repetido en el siglo XVII, distribuyó a todos los personajes alrededor del Niño que, además, es la principal fuente lumínica de la obra. El grupo de pastores tiene la particularidad de incluir entre sus integrantes dos niños, así como una mujer que lleva entre sus brazos un cesto con una gallina. Los presentes que los pastores ofrecen al Niño están relacionados con el sacrificio y la esperanza. La obra formó parte del acervo del Museo de Arte Religioso, contiguo a la Catedral de México.