El camino de Damasco

Era práctica común a finales de la Edad Media, que varios talleres concluyeran obras en caso de la muerte de los maestros inicialmente contratados. Tal fue el caso de Jaume Gonçalbo, quien acordó la realización del retablo para la parroquia de San Miguel, trabajo iniciado por su taller y que, tras su muerte en 1428, fue retomado en 1430 por Jaume Cirera y Bernat despuig.Jaume Gonçalbo figura hacia 1403 como pintor de la capital del Alto Urgel en Cataluña, el traslado de este artista a la que, tal vez era su villa natal se confirma por el hecho de que en las mismas fechas tuvo lugar su fructífero enlace matrimonial con Costanza, hija de una buena familia, con quien tuvo un hijo, el futuro pintor Ramón Gonçalbo y dos hijas. La única obra contratada por Jaime Gonçalbo de la cual se tiene constancia es el retablo de San Ermengol, y San Blas de la Seo de Urgel, conjunto que pactó en 1420 con la cofradía de estos dos santos de la ciudad y cuya fecha de entrega fue establecido para la Pascua de 1422. Además de este contrato, la documentación dio a conocer de manera indirecta que Gonçalbo también recibió otra comisión ciertamente singular: el retablo mayor de la iglesia de San Miguel de la Seo de Urgel, el cual no pudo terminar pues falleció en 1428. Dicho retablo fue continuado por el taller de Cirera y despuing.Es importante señalar que las predelas de dicho retablo, hoy en día son exhibidas en la sala gótica de este museo.Jaume Cirera es conocido por ser el alumno más destacado del pintor Luis Borrasa. Este pintor trabajó sobretodo en Cataluña, y como la mayoría de los artistas de su época se dedicó, de modo especial, a la elaboración de pinturas para la decoración de retablos. Su obra es de carácter cortesano, con un gusto refinado y detallista, reflejo de la influencia del arte mudéjar. Incorpora la realidad en la figura humana y en la descripción de los ambientes. Es considerado como uno de los principales formadores de la escuela catalana-aragonesa de su tiempo.El camino de Damasco formó parte de la predela del retablo de San Miguel y San Pedro, antiguamente ubicado en la Parroquia de San Miguel, de la ciudad de La Seo de Urgel, España. Actualmente el retablo es parte de la colección del Museo Nacional de Cataluña. La obra está compuesta por tres escenas, enmarcadas por una estructura realizada en madera y dorada, que recuerda a la arquitectura Medieval. En el extremo izquierdo se muestra el pasaje de San Jorge y el dragón. El santo rescató a una princesa y liberó del monstruo a su reino. Ricamente ataviado, según la usanza de los caballeros del siglo XV, San Jorge domina a la bestia con una lanza; a la izquierda, en el segundo plano, se observa una fortaleza en la que se encuentran dos personajes de la realeza, mientras que a la derecha aparece la doncella salvada en actitud de oración. La escena central, que sirvió para nombrar la pieza, representa el Camino de Damasco, lugar donde sucedió la conversión religiosa de Pablo. El futuro santo fue enviado a aquella ciudad, para perseguir a los seguidores de Jesús; en el camino es derribado por una luz intensa, de la cual emergió la voz de Cristo, que cuestionó sus motivos para perseguirlo. Como consecuencia, Pablo quedó ciego durante unos días, y a su llegada a Damasco acudió a los cristianos para después convertirse al cristianismo. En la pieza aparece el santo, cayendo del caballo, rodeado por su séquito, mientras que en el cielo aparece Jesús quien le formula la pregunta. El lateral derecho representa a Cristo en su iconografía del Varón de Dolores. Aparece erguido, aún dentro del sarcófago donde había sido depositado su cuerpo inerte, y lo flanquean, a la izquierda la Virgen en actitud orante y a la derecha la figura de San Juan afligido. Allí se observan varios símbolos de la Pasión: las vestiduras de Cristo, los dados, los clavos, el martillo, la columna sobre la cual se posa el gallo y el manto de la Verónica. Cerca de la Virgen, se ven los brazos de la cruz donde reposan la caña con la esponja, la lanza, los flagelos y la escalera.