Unas lindas mañanitas a las muchachas bonitas

Esta hoja volante está completamente dedicada a una canción, una primitiva versión de las "Mañanitas" que actualmente se cantan en honor de quien cumple años. Algunas frases de la versión actual ya se encuentran en ésta impresa por Antonio Vanegas Arroyo y quizá compuesta por él, a decir de Juan Carlos Cedeño Vanegas. La imagen que ilustra el anverso de la hoja muestra un hombre dando serenata frente a una elegante casa de tres pisos. En una de las ventanas del segundo piso se distinguen los rostros de dos mujeres que ven con atención al músico. En una ventana del tercer piso, se asoma un hombre con una jarra en las manos, con toda la intención de verter su contenido sobre el cantante. La escena es observada atentamente por la luna, que tiene rostro. En el fondo, se levanta una especie de invernadero, enmarcado por las copas de los árboles que están en segundo plano. Atrás del cantante aparece una especie de arbusto. A este grabado —cuya placa se utilizó en un pliego de 1901 para ilustrar la canción de "Los pollos" — el editor agregó dos pequeñas imágenes, en espejo, a sus costados: son unos edificios, enmarcados por unas montañas, que se ven desde la orilla de un río, donde crecen juncos. En el reverso, hay otra ilustración. Este grabado muestra a un grupo de personas rodeando a una pareja de cantantes. El hombre, de prominente cráneo, está sentado en un banco o caja, mientras toca la guitarra. La mujer, de pie a su lado y vestida de china, parece cantar mientras posa su mano izquierda sobre el hombro de su compañero. El rostro de los espectadores es de agrado e, incluso, alegría. En este caso, el texto y las imágenes —a pesar de la gran posibilidad de que sean placas reutilizadas— explican claramente en qué ocasiones recurrir a esta composición: debía cantarse en la mañana del santo (o cumpleaños) de la amada y, de preferencia, mediante una serenata, para despertarla y desearle felicidades, casi de la misma forma que se hace hoy en día.