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Instituto Nacional de Antropología e Historia
Nobles patriotas, que en las montañas fuiste del pueblo la admiración, cuando escondido entre las cabañas se oía feroz el rugir del cañón. El hombre idiota, de mala saña, que fue el temible Luis G. Cartón, tirano fue de malas entrañas; pagaste todo en esta ocasión. De un pueblo junto a la heroica Cuautla que distinguía tu falsedad, cuando, salvaje, bajaste a Huautla acostumbrado siempre a quemar. ¡Que viva Huerta, muera Zapata!, decían tus juanes sin vacilar; que un pueblo junto, esa es la patria, y con tus armas debe ganar. Sin duda tú fuiste para Huerta un hombre raro, en esa ocasión, tuvo razón y noticia cierta que al sur bajabas sin dilación. Pero Zapata, que estaba alerta, mirando siempre al usurpador; tal vez pensabas que, a la revuelta, lo acabarías con tu batallón. Hubo una junta en San Pablo Hidalgo de varios jefes, en esa vez; de allí se fueron al Pozo Colorado donde en un antes era cuartel. Estando el jefe y muchos soldados que se encontraban en esa vez, de allí se fueron para otro lado donde en un antes yo explicaré. En Chilpancingo, según se dice, los generales se creían rey que fue Cartón, Ponciano Benítez y el conocido Juan Poloney. Y se creían que eran muy felices y que soplaban mayor que un fuei (sic) y los pelones, esos Benítez, decían: ¡Bandidos, vengan a comer buey! Así gritaban los pobres juanes sobre las casas de la suidá (sic). ¡Rompiendo el fuego, todos iguales! —Cartón gritaba con vanidad. ¡Muera Zapata! ¡ no crean que gane porque no tiene capacidad! ¡Que viva Huerta! porque él sí sabe regir un pueblo y gobernar. El general Encarnación Díaz rumbo a la plaza se dirigió; mientras Vicario veloz corría para salir de la población. Los zapatistas todos decían: —¡Alto ahí, quién vive! sólo se oyó; y ellos decían: ¡Viva Chon Díaz! y, por engaños, así salió. Ya derrotados los cartonistas el sitio aquel querían romper; con sus cañones y dinamitas para Acapulco querían correr. Pero abusados los zapatistas, que se encontraban en esa vez; ya de antemano estaban listas todas las tropas a acometer. Todos corriendo por el camino, haciendo fuego sin descansar; logró la empresa y el cruel destino y a los traidores debe esperar. Cartón tiraba tras del incendio si’aparapeta en un tecorral; llegó el instante y llegó el momento que los deudores deben pagar. Ya había pisado, según, la raya, que en esa guerra preso cayó; cayendo en manos de Ignacio Maya, a quien su espada luego entregó. —No crea usted, jefe, que yo me vaya, sólo le pido me haga un favor: que entierre a mi hijo que, en la campaña, hace un momento, muerto cayó. —Vaya a enterrarlo —Maya le dijo— permiso tiene en esta ocasión, y luego que dé sepulcro a su hijo vamos a hacer su presentación. Y él al verlo con ojos fijos luego le dijo: Moriré yo; pobre sepulcro hoy te prodigo yo soy tu padre, adiós, hijo, adiós. Mi general, mi alma está muy grata benevolencia siempre esperé; yo quiero ver al jefe Zapata que conocerlo siempre yo ansié. —¿Usté es Cartón, el jefe de Cuautla? —Mi general, no lo negaré. —Pues sepa usté que yo soy Zapata, que por los montes buscaba usted. -—Mi general, quiero me conceda en el momento mi libertad; quiero ir al pueblo y hasta que pueda pedir más armas y aparentar. Luego, yo mismo, les haré guerra y con empuje podré ganar y cuando sepa que por mí queda la Suidadela y la capital. —Está muy bueno lo que usté dice, que un nuevo plan que usté pensó; mañana libre lo dejaremos y ya de acuerdo estaré yo. —Ya me despido, me voy sereno muy satisfecho de su razón. —General Díaz, llévelo al pueblo; mañana libre sale Cartón. Y, ya de acuerdo, los generales lo internaron en la prisión y él les decía: - Si son legales, quiero que tengan buena intención. No le hacían caso a sus hablales pues que él mismo les invocó. —Mi centinela, favor de hablale; dígale al jefe que le hablo yo. Rompió la aurora del nuevo día en que esperaba salir Cartón; y a sus guardias él les decía: —Ya no me tengan en la prisión. Si no era cárcel donde exestía, estaba lejos de la versión; y los soldados bien que reían de lo ocurrido en la ocasión. Llegando un jefe con voz muy fuerte: —Salga usté afuera, señor Cartón, vamos marchando rumbo al Oeste que así lo exige su situación. Se llegó el punto donde la muerte ya lo esperaba sin dilación; así lo exige su infausta suerte y morirá sin vacilación. —Mi general, me dijo Zapata que se me diera mi libertad; pues yo he ofrecido que por mi patria la vida diera, es la verdad. Pues de antemano traigo una carta que él me ha mandado con brevedad de que usted muera y que se cumpla las duras leyes de autoridad. —Si siempre muero, yo ya he cumplido con los deberes de mi misión. —Párese al frente, que hay cinco tiros para el descanso de su intención. Fórmenle cuadro, vénganse cinco preparen armas sin dilación. ¡Vivan las fuerzas de Chilpancingo! ¡Qué muera Huerta, también Cartón! Se oyó el descargue de muchas armas, cuando Cartón dejo de exestir también Benítez muy de mañana le había tocado ya sucumbir. Quinientos hombres en la campaña se han avanzado todos al fin; les dieron libre, en las montañas, porque a sus tierras se querían ir. Se vino el jefe para Morelos a ver las fuerzas de su región; y a pocos días quedó Guerrero sin fuerzas de la Federación. Se vino Olea, también de miedo, de que decían “ahí viene Chon;” a pocos días quedó Guerrero sin fuerzas de la Federación. Ya me despido suidá de Iguala, Cuautla, Morelos, feliz unión; digan que viva el Plan de Ayala y el jefe de la Revolución. ¡Que muera Huerta en mala hora y los que fueron de su opinión! ¡Muera Carranza porque no cumple con los deberes de la Revolución!
El corrido relata la toma de Chilpancingo, en abril de 1914, donde Zapata, acompañado de “Chon” Díaz, Eliodoro Castillo, Ignacio Maya y otros generales, derrota y da muerte al general huertista Luis G. Cartón.
Data Sheet | |
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Title | Historia de la derrota y muerte del general Luis Cartón, cuando cayó en Chilpancingo en manos del general Ignacio Maya (Corrido). 7. Testimonio Musical de México, volumen 26, tomo II |
Type object | Grabación de audio, Música, Corrido |
Institution | Instituto Nacional de Antropología e Historia |
Credits | Silva, Marciano (composer), Abúndez, Honorio (singer) (musician) |
Available formats | JPG |
Identifier | oai:mexicana.cultura.gob.mx:0014137/0093680 |
View original record | http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A207 |
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