Santa Catalina de Alejandría

Catalina, mujer noble y natural de la ciudad de Alejandría e hija del rey Costo, estaba dotada de gran inteligencia que dedicó al estudio de las letras sagradas y profanas, se convirtió al cristianismo después de tener una aparición de la Virgen con el Niño. (1) El emperador Magnecio ordenó perseguir a todos los cristianos de su reino. Catalina, indignada ante tal injusticia, se presentó ante el rey con el fin de que éste pusiera fin a la condena dada sobre los cristianos. Magencio la enfrentó con cincuenta filósofos para que expusiera sus "verdades". Antes de ello un ángel se le apareció y le dijo que saldría victoriosa, pues confundiría a los filósofos. (1) Después Magencio ordenó su martirio, que consistió en una rueda de espadas. Esta se rompió milagrosamente sin hacerle daño; el emperador encolerizado la mandó decapitar. En esta obra se observa a la santa cubierta con una capa roja de terciopelo, decorada con armiño; vestimenta que alude a su nobleza, al igual que la corona con que toca su cabeza. Contra su pecho sostiene la espada del martirio y la palma de la victoria ante su cruel muerte.

1. Juan Ferrando Roig, Iconografía de los santos, p. 70.