La Sagrada Familia

El tema de esta pintura no tiene fundamento en la Biblia. Sin embargo, la representación de la Sagrada Familia con san Juan Bautista niño, se multiplicó en el siglo XVI cuando las escenas plasmaron la vida cotidiana de estos personajes. En escena aparece el pequeño san Juan, que puede reconocerse a partir de las pieles de animales que viste. El niño sostiene entre sus manos un platón con frutas que ofrece a María y a Jesús, cada una de las cuales posee un simbolismo: el racimo de uvas que la Virgen lleva entre sus dedos nos remite a la Eucaristía, mientras que la manzana y la granada, que aún están en la bandeja, simbolizan respectivamente la Redención y la Resurrección.Hendrick de Clerck realizó numerosas obras de temática religiosa y de gran formato, para los altares de las iglesias de Bruselas. Pero es en las obras de pequeñas dimensiones donde se observa su maestría para el dibujo, al lograr figuras bien proporcionadas, refinadas y elegantes. de Clerck posee un excelente manejo de luces y sombras, así como del color, lo que le permite plasmar con gran pericia diversos tipos de telas: desde el pesado cortinaje del fondo, pasando por el delicado velo translúcido de la Virgen, hasta la bien lograda textura de la piel de camello que viste san Juan niño.