Autorretrato

Eugenio Landesio se inició como pintor de paisajes bajo la supervisión del maestro francés Amadeo Bubois. Fue platero en Roma y posteriormente discípulo del húngaro Károly Markó , quien le aconsejó dedicarse a la pintura de paisaje histórico, pues consideraba que el paisaje era la "moral aplicada a la naturaleza". En este busto de tres cuartos, el artista se representa con un aire de nobleza y sensibilidad; mediante largas y libres pinceladas otorga detalle al cabello y las arrugas. Su profunda y reflexiva mirada brinda al espectador la oportunidad de tener un encuentro con la esencia melancólica del artista. La luz y el color se emplean para enfatizar la expresión del rostro. En este Autorretrato, Landesio aparece envuelto en un sarape típico, con lo que transmite su admiración por el trabajo artesanal y, a la vez, realiza una especie de homenaje a México, país que lo recibió en 1855. Durante su estancia, efectuó diversos recorridos para conocer la geografía mexicana, y escribió varias obras: Cimientos del artista, dibujante y pintor -1866-, La pintura general o de paisaje y de perspectiva en la Academia de San Carlos -1867- y Excursión a la caverna de Cacahuamilpa y ascensión al cráter del Popocatépetl -1868-. debido a complicaciones pulmonares suspendió su cátedra en la Academia; fue sustituido por José María Velasco, su discípulo y amigo. Cuatro años después de pintar este retrato, regresó a su patria, Italia, a causa de problemas políticos: se negó a jurar las Leyes de Reforma del gobierno de Benito Juárez. Murió dos años más tarde. La obra se expuso en la XVI Exposición de la Academia en 1873 y posteriormente ingresó al acervo.