El relincho

Invitado por el reconocido fotógrafo Gabriel Figueroa y el director Emilio "el Indio" Fernández, Leopoldo Méndez realizó una edición de diez estampas a partir de un igual número de grabados en linóleo, que sirvieron de fondo para el despliegue de la introducción y los créditos de la película Río Escondido (1947) y en las que se sintetizan la narrativa y tema de la cinta, en plena correspondencia estética con las perspectivas y cuadros fotográficos monumentales de Gabriel Figueroa. Esta sería la primera contribución de Méndez para las producciones cinematográficas realizadas por los dos autores emblemáticos del cine mexicano; después, esta colaboración continuaría inmediatamente en las cintas Pueblerina (1948) y Un día de vida (1950). Las imágenes creadas por Méndez para Río Escondido fueron compiladas en 1948 en una carpeta producida por La Estampa Mexicana, la editorial del Taller de Gráfica Popular creada seis años antes por Hannes Meyer. El álbum fue diseñado por el propio Meyer y su esposa, Lena Bergner, y contó con dos tirajes: una edición de lujo con cincuenta ejemplares numerados, y otra adicional de cien, impresos sobre papel Parsons Diploma Parchment. De acuerdo con la historiadora Helga Prignitz-Poda, estas "gráficas […] fueron la primera tentativa por realizar el viejo sueño de Leopoldo Méndez: hacer murales gráficos como tapices de papel. Gracias a la película, los grabados de Río Escondido alcanzaron las dimensiones de un mural" El bruto es la segunda imagen de Méndez que aparece en la introducción de la película de Emilio "Indio" Fernández. Río Escondido puede ser identificada en su conjunto como una exaltación de los ideales nacionalistas y las políticas educativas postuladas por los gobiernos posrevolucionarios: "Por encargo del propio presidente de la república y a pesar de que está enferma del corazón, la maestra rural Rosaura Salazar (María Félix) sale rumbo al pueblo de Río Escondido para encargarse de la escuela que lleva meses cerrada. Tras su llegada, Rosaura debe enfrentar al cacique Regino Sandoval (Carlos López Moctezuma), quien explota y niega el agua a los campesinos y ha clausurado la escuela." . En El relincho la dinámica figura ecuestre alcanza prácticamente toda el área de la escena, elevándose entre los escombros de la modesta escuela rural, donde se distingue un pequeño pizarrón en el que se esboza simbólicamente el mapa de la República Mexicana. La obra de Méndez, sin ser transferencia directa de alguna escena capturada por la lente de Gabriel Figueroa que fuera incluida en la película, guarda ciertos principios estéticos con la del célebre fotógrafo de cine, quien logró magníficas escenas monumentales a partir de planos contrapicados y poderosos contrastes. La realización de Emilio Fernández y las imágenes provistas por Méndez y Figueroa, conforman una obra plena de "hallazgos visuales, recreaciones del paisaje físico y exaltaciones del paisaje humano" .