Varios autores
La selección de obras de X Concurso Nacional para Estudiantes de Artes Plásticas, evento celebrado durante la Feria de San Marcos y convocado por el INBA y la Casa de la Cultura de Aguascalientes, se presentó en esa capital estatal y en el Poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México y ha sido postulada para una gira por otras ciudades del país para presentarla también en centros culturales con la intención de "provocar" culturalmente a los grupos sociales con inclinación a las artes plásticas. La selección obedece a una un especial panorama sobre la enseñanza de las artes plásticas. Los contingentes de: Escuela Nacional de Pintura y Escultura "La Esmeralda" perteneciente al INBA, el de la Escuela Nacional de Artes Plásticas del Instituto Aguascalentense de Bellas Artes, Taller de Grabado "José Guadalupe Posada", Instituto Potosino de Bellas Artes, Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de la Universidad Juárez de Durango, Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, Escuela de Artes Plásticas de Chiapas, Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca, Centro Cultural "El Nigromante", de San Miguel de Allende, Gto., Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Oaxaca, Casa de la Cultura de Gómez Palacio, Escuela de Artes Plásticas del IMSS, Escuela de Artes Plásticas de la Normal Superior, Casa de la Cultura de León, Taller de Artes Plásticas de Lucinda Urrusti, Escuela de Artes Plásticas de Toluca, Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guanajuato, Centro de Diseño Artesanal de Aguascalientes, Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, Escuela de Artes Plásticas de Puebla y la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León; son el resultado de un sistema casi caótico de la práctica de la enseñanza de las artes plásticas en México. Por esto nos preguntamos ¿podría nuestro actual sistema educativo responder a tan patentes necesidades de nuestros jóvenes? El primer problema que hay que abordar no es el del programa de estudios, sino el que concierne especialmente a los jóvenes que viven en una época específica, la cual influye en ellos de modos específicos, que espera de ellos un estilo de vida y valores específicos. Los jóvenes a su vez, esperan que la enseñanza les proporcione los caminos y los medios no solamente para responder a estas exigencias como seres sociales, sino para sobrevivir como individuos. En esta supervivencia de la creadora e independientemente individualidad es donde el humanismo exclusivamente social de la enseñanza en nuestro medio ambiente actual de perfil clásico ha fracasado, y debe construir la mayor preocupación de cualquier taller visual. El estudiante que comienza, cuando opta por ingresar al taller de las artes plásticas, generalmente no tienen consciencia de los riesgos que representa esta nueva y extraña forma de aprendizaje. Llega sin preparación para satisfacer las exigencias de su individualidad, exigencias que le niegan la cómoda ayuda de una estructura conceptual ya hecha, como la que proporcionan otras disciplinas académicas. Está impaciente por conocer las reglas, pero se desalienta y asusta cuando descubre que aquí la decisión no es un imperativo profesional, sino un asunto de disciplina y discernimiento personales. Cuando el estudiante conoce su propia sensibilidad visual, desconfía y espera que se le dé una guía que indique el rumbo que su ojo y su mano deben seguir. No está capacitado para recurrir a la generalización intelectual. En esta fase, la enseñanza visual tiene que elegir entre desarrollar las habilidades artificiales de un pseuprofesionalismo estéril, y la más difícil tarea de proporcionar disciplinas que despierten y pongan en movimiento cada individualidad visual técnica. Es ésta una tarea que no puede ser acometida con éxito sino por un artista experto, "comprometido" medularmente con la estética de la visión. En este caso, su particular indoneidad no reside en sus conocimientos técnicos ni en la aplicabilidad de su propio estilo profesional, sino en el hecho de que él solo, mediante su experiencia y esfuerzo creador, está consciente de toda la gama de fenómenos visuales complejos que dan forma y valor al trabajo de las manos. Las tareas del taller visual son difíciles y deben proporcionar la demostración inmediata de que los elementos estéticos en la vida diaria y en el arte no son evidentes por sí mismas, sino que quieren un esfuerzo visual intenso y complejo sobre el que no se puede obrar a voluntad; debe ser la función normal de un ojo continuamente curioso y perceptivo. La educación visual que reconoce la necesidad de los comienzos básicos en el dibujo, pintura, madera, barro, metal, etc., y aplaza las consideraciones cuantitativas hasta que los estudiantes puedan ser estimados como individuos más que como personas extrañas "o diferentes a los demás", es recompensada la más de las veces, con las satisfactorias consecuencias humanas. Los estudiantes descubren pronto que hasta entonces sólo habían entrevisto lo que miraban, y que no tenían conciencia de su profunda necesidad de orden visual y de equilibrio. Empezaron a comprender el valor y el placer de la acción, de la decisión, del desarrollo y de la determinación con que se impulsan a sí mismos. Para muchos, esta es la primera ruptura de su congénita dependencia respecto de la autoridad. El arte puede contribuir de un modo importante al desarrollo integral del ser total. Ahora, además de ñas adquisición de destreza técnica, es preciso desarrollar habilidades conceptuales que servirán para manipular la naciente imagen. Antes, cuando se reproducía la imagen de una manzana, podría ser afanosamente estudiada, y cuanto más exactamente se representaba (en el sentido fotográfico), menos esfuerzo mental se requería para apreciarla. Bastaba la observación. Pero cuando más abstracta se hace la representación, más necesidad hay de recurrir a otros procesos intelectuales: análisis y síntesis, percepción, intención, inventiva. Como consecuencia, el desarrollo de esas facultades es básico para el arte de hoy y al proporcionar tal desarrollo, el arte llega a ser básico para el sistema de toda enseñanza. Y así, la índole de la educación cambia: su antigua necesidad de confiar datos aislados a la memoria se convierte en una forma, que es, gracias a su flexibilidad, adaptable a las situaciones relativas en las que el desarrollo de las instituciones es un elemento de la formación tan vital como la oportunidad de expresarlas, pues adentrarse en los procesos de la pintura y la escultura sin considerar los conceptos que influyen en ellos y que resultan de ellos, es tan parcial como asimilar la información histórica sobre el arte sin tener verdadera experiencia de éste. A través de ambas experiencias, la conceptual y la expresiva, el arte reconcilia el intelecto con la emoción, y de esta manera contribuyen de manera importante al equilibrio docto. De conformidad con la moderna dependencia respecto a juicios condicionales el arte está al margen de las decisiones sobre lo que es acertado y lo que no lo es. Se interesa por lo que es apropiado o inapropiado, satisfactorio o insatisfactorio, por estructuras que siempre son de ensay y que a menudo alteran causas no racionales. El arte puede habituarlo a hacer frente a las súbitas complejidades de la vida moderna con confianza y actuar de una manera individual con seguridad y responsabilidad. El arte le proporciona la oportunidad de convertirse en su propio maestro explorando creativamente zonas que nadie ha estudiado aún; en efecto, el arte es un laboratorio apropiado para este fin. Lo provee de una visión disciplinada que lo acompaña en todo momento de vigilia y sólo está remotamente relacionado con la austeridad académica del aula. El arte impulsa al estudiante a discernir visual e inteligentemente y a desarrollar así un gusto propio y válido. El arte es un abrazo personal con la educación. Aplauso total a la Casa de la Cultura de Aguascalientes y a la iniciativa privada que lograron, por décimo año consecutivo, presentarnos un panorama visual de la preocupación por la enseñanza de la pintura y la escultura, el grabado y el dibujo en México. Es necesario que todas las instituciones oficiales se preocupen por abrir más talleres de artes plásticas para todos los grupos sociales. No es una aventura dejar el libre ejercicio de la inteligencia visual innata.
Ficha Técnica | |
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Título | Revista Tierra Adentro 4, X Concurso nacional para estudiantes de artes plásticas 4 |
Creador | Varios autores |
Fecha | Verano de 1975 |
Tipo de objeto | Revista |
Institución | Dirección General de Publicaciones |
Colección | Revista Tierra Adentro |
Dimensión | 36 pp, 15.503 MB |
Formatos disponibles | |
Editorial | Consejo Regional del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura |
Media | Texto |
Derechos | Reservados |
Declaración de uso | Uso restringido |
Identificador | oai:mexicana.cultura.gob.mx:0009842/0000004 |
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