San Juan Evangelista

Al centro de la composición aparece la figura de un hombre joven barbado, sentado sobre nubes; mira hacia las alturas y sostiene en las manos una pluma de ganso y un libro. A su lado derecho se localiza la figura de un águila con las alas abiertas. El libro y la pluma de ganso que porta el personaje nos permiten identificarlo como uno de los evangelistas, y el águila nos habla de san Juan, ya que ésta es el tetramorfo que lo identifica. San Juan fue el más joven de los apóstoles de Jesús, además de uno de los cuatro evangelistas. Era hijo de Zebedeo y de Salomé y hermano de santiago Betsaida. Es autor del cuarto Evangelio y del Apocalipsis. Juan, como evangelista, es el hombre de la elevación espiritual, más inclinado a la contemplación que a la acción, por lo que generalmente aparece representado con una águila; se le asocia con este animal, que "con el primer aleteo se eleva a las vertiginosas alturas del misterio trinitario". De los apóstoles, fue el que siempre estuvo cerca de Jesús en las horas más solemnes. Estuvo junto a él en la Ultima Cena, en la Pasión, y fue el único que asistió a su muerte, al lado de la Virgen. Según una tradición con la que todos los especialistas concuerdan, Juan vivió en Éfeso en compañía de la Virgen, y bajo Domiciano fue echado en una caldera de aceite hirviendo de la cual salió ileso. Murió de edad avanzada en Éfeso, durante el imperio de Trajano (98-117), y allá fue enterrado. Esta obra ocupaba una de las pechinas de la cúpula del templo de San Francisco Javier de Tepotzotlán. Fue removida en 1994 para su restauración y actualmente se exhibe en el antecoro del mismo templo.

Mario Sgarbossa y Luis Giovanninni, Un santo para cada día, pp. 498-499.