Autorretrato

Nacido en San Pedro de las Colonias, Coahuila, de origen tolteca, sus padres eran del Valle de Teotihuacán. Desde su infancia aprendió de su padre, decorador, el oficio de la pintura al temple en muros, el estuco y la yesería; esto lo convirtió en muralista experimentado. En 1921, Diego Rivera lo invitó a colaborar en los murales del Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. En 1922, junto con Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros se afilió al Partido Comunista Mexicano. Realizó un gran número de ilustraciones para el periódico El Machete, del que fue fundador. Fue miembro del Taller de Gráfica Popular (TGP), junto con Leopoldo Méndez, Raúl Anguiano y Luis Arenal, entre otros. Guerrero, se consideraba a sí mismo como un pintor realista; fue también pintor de caballete, escultor, dibujante, grabador, diseñador y destacado promotor cultural que dio a conocer el arte popular mexicano en el extranjero. En este autorretrato doble, de gran refinamiento plástico, Guerrero se representó como un hombre de edad madura: un par de figuras monocromas en tonos terracota, la del primer plano, de tres cuartos, fija su mirada al frente, y en segundo plano, el perfil del artista delineado en un tono más oscuro. La paleta cromática nos remite a los murales prehispánicos: el fondo con tonos azul claro y con algunas pinceladas sueltas en tonos rojizos sirve de marco a las figuras y da a la obra una atmósfera sutil. Esta obra se presentó en la exposición que el Museo de Arte Moderno dedicó al pintor en enero de 1972, junto con 48 obras más entre pinturas, dibujos y grabados.