Tiempo 2/10

Leopoldo Méndez, así como sus colegas en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y el Taller de Gráfica Popular (TGP), abrevaron de la tradición gráfica que Manuel Manilla y José Guadalupe Posada hicieron popular a través de las célebres "calaveras". Cada mes de noviembre, el TGP realizó y publicó regularmente imágenes y textos alusivos a la celebración de muertos que, al paso del tiempo, se convirtieron en un género literario clásico y de gran aceptación popular. Usando como materia de inspiración el acontecer político, social, cultural y económico del momento, los artistas caricaturizaban a los personajes y sucesos más importantes del año en curso. En colaboración con escritores mexicanos y de otras latitudes, los artistas del Taller dedicaban su afán a compaginar humorísticas imágenes y versos, haciendo de esta actividad una fiesta de creatividad colectiva.La presente estampa titula la portada de las "calaveras" del Taller de Gráfica Popular correspondientes al año de 1947: Calaveras aftosas con medias naylon [sic], una publicación de ocho páginas ilustradas con veintiséis estampas de José Chávez Morado, Alfredo Zalce, Miguel Covarrubias, Alberto Beltrán, Jesús Escobedo, Francisco Mora, Maríana Yampolsky, el propio Leopoldo Méndez, Fernando Castro Pacheco, entre otros, y en la que colaboraron los escritores Luis Córdova, Che Cánovas, Gonzalo Beltrán y Emanuel Palacios. Hacia finales de 1946, fue detectado en el país un amplio brote de fiebre aftosa, una enfermedad epizoótica de causa viral, altamente contagiosa, la cual afectó al ganado vacuno, lanar, caprino y porcino. Para 1947, su extensión en buena parte del territorio nacional originó una de las mayores catástrofes en el sector ganadero y, por tanto, en la economía nacional, la cual derivó en un drástico incremento de precios y en las importaciones de carne y productos frescos. La epidemia trajo consigo una lógica crisis política y social. El historiador Jean Meyer, al respecto, puntualiza: "el gobierno mexicano elabora un programa de emergencia; en realidad sus autores son veterinarios y ganaderos de los Estados Unidos que hacen que se adopte una solución radical que los campesinos bautizan luego como el 'rifle sanitario’. Todo ganado enfermo será destruido: más aún todo el sospechoso." La imagen de Méndez, el título de la publicación y los versos que la acompañan se tornan en una respuesta satírica a la respuesta administrativa implementada para enfrentar la tragedia: Dizque a causa de la aftosaen bacines enlatada, los gringos nos han enviado leche muy adulterada. Pero un día de estos, señores, con el rifle sanitario,a todos los hambreadores, he de mandar al osario.