Alonso Cano
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El siglo XVII fue para España el período en que los autores miraron por primera vez hacia su propia tradición artística. Es el tiempo en el que se formalizó la crítica de arte, mediante escritos que protegían y entendían la creación como el fruto del intelecto y del espíritu; las vidas de los artistas comenzaron por este tiempo a circular en libros y puede pensarse entonces, en el inicio de la historiografía española; una lucha entre modernidad y decadencia ocupó todas las áreas del pensamiento, incluyendo las artes, y dentro de ellas al pintor granadino Alonso Cano.Cano se preocupó por observar los modelos artísticos más diversos y se alejó de la forma de producción artesanal. Ha sido difícil emparentar al pintor, escultor y arquitecto con un taller; antes bien, se lo ha colocado junto con Velázquez y considerado uno de los artistas más exquisitos, que dejó de lado la notación visual desgarrada del arte español y exploró nuevas vertientes. Una de las obras que integran el acervo del Museo Nacional de San Carlos perteneció a un retablo dedicado a San Juan Evangelista, realizado por Cano para la iglesia y convento de monjas jerónimas de Santa Paula de Sevilla, cuyo testimonio documental se observa en la escritura pública fechada en 1635. La comunión de la Virgen formó parte de un retablo lateral, donde las pinturas de Cano convivieron con esculturas del famoso sevillano Martínez Montañéz. Gracias a numerosos estudios, el retablo original, hoy disgregado en obras de diversos museos, ha podido ser reconstruido en forma ideal. La obra es de referencia obligada para entender la actividad de Cano en la fase final de su vida artística. La comunión de la Virgen fue la aportación más reciente al conjunto de pinturas que formaban parte del retablo de Santa Paula de Sevilla, ya que un cuadro del mismo asunto del Palazzo Bianco de Génova planteaba dudas sobre su atribución al artista español. El estilo de la pintura del Museo Nacional de San Carlos fue relacionado con el autor en los escritos de Angulo Iñiguez y bajo la reconstrucción del retablo realizada por Jeannine Baticle. La imagen de San Juan Evangelista ha sido fechada en el mismo período de producción del Retablo de Santa Paula. Se trata de Alonso Cano en su etapa sevillana. Francico Pacheco, suegro y maestro de Velázquez y contemporáneo a Cano, escribió en su libro Arte de la pintura que san Juan Evangelista "…siempre ha de pintarse mozo, y conforme a las historias siempre se le ha de dar la edad… en la mano tiene un cáliz, por la palabra de Cristo… píntese con túnica ceñida y manto…" Siguiendo su iconografía tradicional, el santo está acompañado de un águila, símbolo que procede del Antiguo Testamento. del cáliz que sostiene en la mano, emerge una serpiente o dragoncillo, que recuerda al milagro de Éfeso, cuando el Sacerdote pagano del templo de Diana le dio a beber un veneno de serpiente que no le causó ningún daño.
Ficha Técnica | |
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Título | San Juan evangelista dando la comunión a la Virgen |
Creador | Alonso Cano |
Tipo de objeto | Pintura |
Institución | Museo Nacional de San Carlos |
Colección | Barroco |
Dimensión | 82 cm alto |
Formatos disponibles | JPG |
Técnica | óleo sobre tela |
Media | Imagen |
Derechos | Reservados |
Declaración de uso | Restringido |
Identificador | oai:mexicana.cultura.gob.mx:0013409/0000193 |
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