Bodegón con carne

Este bodegón ingresa a la Academia de San Carlos a fines del siglo XIX, procedentes de la colección Fagoaga, que pasó posteriormente a manos de José de la Cámara. Su importancia radica en que es uno de los únicos bodegones firmados que se conservan del autor. La pieza se ejecutó en la atmósfera del barroco español, en donde los objetos diarios se resaltan por medio de contrastes de luces y sombras, convirtiendo lo cotidiano en un tema digno de representación artística. El artista fue alumno de Juan Carreño de Miranda; teniendo a su maestro como llave de acceso, el joven artista pudo conocer las colecciones reales integradas por obras de pintores como Tiziano y Anton van Dyck, de quienes aprendió las lecciones de color y textura, es un autor que destaca por sus propuestas compositivas y su calidad pictórica, reconocida como una de las más interesantes de la pintura castellana del siglo XVII. En Bodegón con carne, Mateo Cerezo muestra con gran realismo los objetos y viandas dispuestos desordenadamente sobre una mesa rústica. Los elementos representados se convierten en el centro de la obra, además de brindar al artista la oportunidad de experimentar en aspectos técnicos y formales, como el manejo de la luz que, en este caso, ilumina suavemente la zona izquierda, resaltando el tema principal: el trozo de carne. El equilibrio de la composición y el dibujo certero hacen de la obra una de las mejores piezas de la colección.