Psiquis desmayada

La labor del escultor Tenerani, fue solicitada en Europa y América. Los encargos principalmente eran bustos y monumentos funerarios, aunque entre las colecciones también abundan las representaciones mitológicas en especial, de la semidiosa Psique, de la que hay copias –en diferentes tamaños—, en México, Roma, Viena y Weimar. Este mármol captura el momento en que Psique, por curiosidad, destapa un frasco lleno de gases soporíferos y dañinos. La joven creía —por lo que Venus le había dicho—, que el guijarro contenía la sustancia por la cual la diosa obtenía su belleza. Venus le tendió esta trampa con un doble propósito: por un lado, haría sufrir a la mortal con la que rivalizaba en belleza y, por otro, la castigaría por haber enamorado a su hijo Eros, dios del amor, conocido también como Cupido. La escultura causó gran simpatía entre la crítica y el público general, cuando se exhibió en la Quinta Exposición anual de la Academia Nacional de San Carlos de México en 1852, como una adquisición de Manuel Díez Bonilla -1800-1864-, Secretario de la Junta Directiva de la Academia de San Carlos. La calidad estética de la estatua fue reconocida en diferentes momentos, ya que, se decidió enviarla a la Exposición de Philladelphia de 1875-1876 y a la de Nueva Orleáns de 1884, como un ejemplo del arte que se admiraba en la academia mexicana. Desgraciadamente, en su traslado sufrió daños, uno de los más graves fue la pérdida de las alas de mariposa que tenía. La obra fue exhibida en la 5ª. Exposición de la Academia en 1852, posteriormente ingresó a las Galerías de la Antigua Academia de San Carlos en 1855.