Juan de Palafox y Mendoza

Nació en Fitero, Navarra, el 24 de junio de 1600. Estudió jurisprudencia en Salamanca y fue fiscal del Consejo de Guerra y del Supremo de Indias. Más tarde se ordenó como sacerdote y fue limosnero y capellán de la emperatriz María. Con el cargo de visitador general, y nombrado obispo de Puebla, llegó a la Nueva España en 1640. Tuvo importantes disputas con el virrey marqués de Villena al defender las prerrogativas de la iglesia secular. Al destituir al virrey reunió en su persona los títulos de visitador general, virrey interino de la Nueva España, obispo de Puebla y arzobispo electo de México. Nunca antes se habían reunido tantos poderes en una sola persona. (1) Como virrey, arregló los estudios de la universidad y escribió sus Constituciones (impresas en México hacia 1668), formó ordenanzas para la audiencia, abogados y procuradores, y levantó 12 compañías de milicias para la defensa del reino. También mandó destruir algunos ídolos antiguos que existían en la ciudad y que los virreyes anteriores habían conservado. (2) A fines de 1642 entregó el mando al conde de Salvatierra y volvió a Puebla. En 1647 tuvo graves controversias con los jesuitas por asuntos de jurisdicción eclesiástica al prohibir a los miembros de la Compañía predicar, absolver y desempeñar funciones religiosas en el obispado de Puebla. En 1649 viajó a España y fue trasladado al obispado de Osma, en donde murió diez años más tarde. Su causa de beatificación, introducida en 1726, fue objetada por los jesuitas y convertida en asunto político. (3) Los escritos de Palafox fueron muchos y se han publicado en diversos tiempos. Después de su muerte, se imprimieron 15 tomos en Madrid conformados por gran parte de su obra. Esta pintura es un retrato alegórico del obispo poblano, inscrito en un óvalo y rodeado de diversas figuras. Viste una sotana negra, debajo de la esclavina morada una cruz pectoral queda sujeta por una delgada banda roja. Encima del óvalo está una mitra y parte del mango del báculo. Al lado derecho, en la esquina superior, se encuentra santa Teresa; debajo de ella, dos figuras femeninas que cargan unas pinturas con marcos. Del otro lado está, al parecer, un ángel con los brazos extendidos y dos pequeños círculos con san Juan Bautista y san Juan Evangelista. Debajo, un Papa sostiene una pequeña iglesia, y otra figura femenina, otra pintura y un cáliz. En la parte baja y debajo del obispo Palafox, se encuentra un libro abierto con la siguiente inscripción en latín: annotati/unes/in/Eplas Seraph(i) ae/virg(inis) /Sac(ncta)./ Theressae (anotaciones en unas epístolas de la seráfica Virgen santa Teresa). Aparece otra mujer, reclinada, con una columna, cogiendo una planta con un fruto y una especie de corona de hojas sobre la cabeza. El marco del óvalo que encierra la imagen del obispo presenta una inscripción en latín ilegible; también se encuentra otra en la parte baja.