San Ignacio herido en la batalla de Pamplona

En el primer plano de esta obra se aprecia la figura de san Ignacio vistiendo armadura, recostado en los brazos de dos soldados que lo sostiene. Otros cuatro militares, detrás de ellos, observan la escena. Al fondo se aprecia una fortaleza de carácter medieval con dos grandes torres, sobre las que se libra una batalla. En el extremo derecho de óleo se muestra otra escena del evento. El pasaje representado en esta pintura nos remite a la historia de la vida de san Ignacio de Loyola, alrededor del año de 1521, cuando el rey Francisco I de Francia planeaba invadir Navarra y el duque de Nájera-entonces virrey de Navarra-solicitó a Iñigo que fuera a Loyola, reclutara soldados, hiciera acopio de armamentos y acudiera a la defensa de la fortaleza de Pamplona, cuya construcción inconclusa ofrecía poca seguridad a los defensores. El 19 de mayo los franceses asediaron la ciudad y se apoderaron de ella. En la defensa, Iñigo salió malherido de una pierna.En la obra en cuestión podemos apreciar el momento en que, ya caído Iñigo, los franceses lo llevan a alguno de los hospitales, pues su general André de Foix se sintió movido por el estado físico en que se encontraba. Las consecuencias de la herida sufrida fueron el preámbulo de la conversión de Iñigo, que cambiaría el destino de su vida.La obra cuenta con el número 2 que le fue asignado en la serie perteneciente originalmente en la Casa Profesa de México. Pasó después a formar parte de la colección de los P.P. del oratorio de San Felipe Neri, quienes la cedieron a la Compañía de Jesús. Los jesuitas la donaron el 12 de agosto de 1970 al Museo Nacional del Virreinato.Pablo Dudon, San Ignacio de Loyola, pp.39-44.