Ciudad maya

A diferencia de sus colegas muralistas, el punto de vista de Orozco concibe la Revolución como un evento de unión y esperanza entre los mexicanos. El artista creía fervientemente en que el arte era un medio ideal para la democratización de la cultura. El artista utiliza el género de la pintura para recordar eventos y personajes olvidados por la historia y aproximar al espectador a una versión más amplia y completa de lo que se le ha enseñado. En esta obra se representa a Las soldaderas, mujeres que acompañaban a los soldados durante la batalla; nombradas también "adelitas", actuaban como soporte emocional y protagonistas del movimiento. Aparecen en primer plano, envueltas en un rebozo, una de ellas cargando un bulto de provisiones. Los personajes dan la espalda al espectador y forman un bloque compacto que se mantiene anónimo y que a través de su lenguaje corporal dan la sensación de cansancio, melancolía y desesperanza. En respuesta a la desaparición de estas mujeres en la historia oficial, Orozco decide homenajearlas al brindarles un lugar en la memoria colectiva. Esta obra forma parte de la colección del Museo de Arte Moderno entregada por el Sr. Carlos Michaus, Jefe de la Oficina de Registro de Obra, el dia 13 de noviembre de 1970. En un lote de 384 pinturas y 144 esculturas, fue la obra marcada con el número 197 de la lista de pinturas.