Manifiesto al Pueblo

Si bien la fecha de esta estampa litográfica aparece consignada en unas fuentes en 1937, lo cierto es que fue reproducida a dos tintas, roja y negra, en la hoja volante que, en 1938, editó el Taller de Gráfica Popular con motivo del primer congreso de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Las consignas impresas en el tríptico desplegable, al igual que la imagen, convocan a la unidad del sector obrero al tiempo de publicitar uno de los objetivos que se trazaron Méndez y sus colegas al fundar el Taller de Gráfica Popular: "¡Viva la unidad del proletariado en provecho de la cultura del pueblo! El Taller de Gráfica Popular ofrece su contingente a todas las organizaciones de trabajadores: carteles, hojas populares, monografías, historias gráficas de las luchas de las organizaciones de trabajadores, ilustraciones de la vida activa de los sindicatos, ilustraciones para folletos, carátulas, etcétera" A partir de su fundación, el TGP sirvió como instrumento de propaganda gráfica para las iniciativas políticas de Vicente Lombardo Toledano. En 1937 aparecen las primeras imágenes del Taller realizadas en la técnica litográfica y que ilustraron distintas ediciones, entre carteles, hojas volantes y calendarios, publicados por la CTM y la Universidad Obrera de México, ambas conformadas y dirigidas por Vicente Lombardo Toledano en 1936. Tanto la imagen como el título son elocuentes en cuanto a la retórica inscrita en el reverso de la publicación del TGP. Para ello, Méndez representó a los dos sectores populares que cobraron identidad política en los aparatos corporativos creados durante los gobiernos posrevolucionarios: por un lado, el campesino, identificado a la izquierda por las figuras de un hombre y una mujer, el primero elevado sobre un caballo y ambos con distintivos sombreros; por otro, el obrero, a juzgar por la vestimenta de un par de trabajadores dispuestos a la derecha de la escena en la que figura, al fondo, la arquitectura característica de una fábrica. Las dos parejas prestan atención a sendos carteles en los que apenas se distinguen las leyendas "Unidad" y "CTM", en tanto que, al centro de la imagen, otro obrero dirige su mirada al espectador mientras vocifera alguna proclama o convocatoria y distribuye hojas volantes. Este tipo de representaciones alusivas a los trabajadores del campo y la ciudad no sólo fueron comunes en el imaginario desplegado por el TGP, sino que también fueron motivos recurrentes en la iconografía de los pintores identificados en el movimiento muralista.