CUENTO

1946-1956

O.I. 1
TÍTULO ORIGINAL: La desterrada
FECHA DE CREACIÓN: 1956
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN: México D. F. 1954
EDITORIAL: Revista de la Universidad de México XI Número 2. Invierno 1959 y en el volumen La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas. México, 1962
RESUMEN:

Leonor de 76 años vive con su hijo y sus nietos en un destartalado edificio, en un piso superior que colindaba con una arena de box. El nieto menor se identifica con ella, es un compañero. El nieto menor es como ella y como su madre, distinto al mayor; comparte con él sus recuerdos de su tierra natal, su casa, su pueblo, el recuerdo de un novio ahogado y el amor a sus plantas, que ayuda a regar y cuidar, a pesar del enojo de los vecinos de abajo que son groseros y se molestan por el agua que escurren las macetas. Por eso las riega de noche.
Leonor recibe una pequeña renta de su casa en Otatitlán que sirve para los gastos familiares. Una vez no llega la renta porque los inquilinos demandan reparaciones urgentes. La familia discute el asunto y deciden que sí, habrá reparaciones pero también elevarán la renta. Todo eso debía discutirse de viva voz y no por carta. Deciden que Leonor viajaría a Otatitlán con el nieto menor. A Leonor le entusiasmaba volver a ver su terruño, ver el río y la tumba de sus padres. El nieto y la abuela estaban nerviosos por viajar, la abuela exaltada por sus recuerdos que comparte con el nieto y éste por el viaje y su responsabilidad para con su abuela.
En Otatitlán la desilusión hace presa a Leonor, pues el pueblo ya no es como lo recordaba, sólo encuentra a otras viejas que, como ella, reviven el pasado. El nieto se aburre pues no encuentra las maravillas que le había contado su abuela. La casa fue otra desilusión estaba descuidada y nada recordaba cómo había sido. Había tantos cambios en la casa que Leonor se distanciaba de la negociación con los inquilinos quienes al fin aceptaron que les subieran la renta. El nieto se encontraba fastidiado y se volvía respondón. Leonor llevó flores al panteón para las tumbas de sus padres y de su novio ahogado, pero esta tumba no apareció. Todo estaba abandonado y descuidado.
Cuando volvieron a México los vecinos se mudaron, todos lo festejaron con cubetadas de agua sobre las macetas, pero Leonor ya no fue la misma desde el viaje, pensó en su condición de vieja en una ciudad agresiva e indiferente, pensó en la desilusión sufrida por ella y por el nieto, pensó en la muerte, por eso vendió y regaló sus macetas.

COMENTARIO:
El autor usa una narración diacrónica, realista. El narrador observador cuenta una historia en pasado que se vuelve presente con los diálogos de los personajes en un estilo narrativo indirecto, libre. La secuencia narrativa va de los objetivo a lo subjetivo, de las situaciones cotidianas de Leonor y su familia, a las prolepsis del pensamiento de Leonor y la imaginación del nieto. Los hilos de la acción se tejen alrededor de los recuerdos de Leonor que se alterarán por el impacto con la realidad. El tiempo objetivo dominará sobre el subjetivo.
La trama pone frente a frente dos vidas, una que comienza y otra que se acaba. Ambas nutren el imaginario con hechos recordados por la abuela que despiertan en el niño la fantasía de un lugar maravilloso y en la vieja la recreación de un mundo que la distancia del tiempo conservó como si nada lo hubiera alterado. Dos mundos que se desmoronan al encarar la realidad. La abuela toleraba el mundo de la ciudad, con sus habitaciones incómodas y pobres, con la agresividad de la gente, con sus costumbres diferentes, porque podía asirse a otro mundo imaginario que compartía con su nieto y esto hacía que tratara de reproducir ese espacio con la vida y la alegría de sus plantas. Al regresar a su pueblo y percibir que ya nada es como lo recordaba, y ver también la desilusión de su nieto, aquel mundo se viene abajo y al volver a la ciudad ésta aparece tal como es. Si todo lo que recordaba ya no existe, también ella muy pronto dejará de existir. El nieto que percibe la noción del gesto de la abuela, hace preguntas sobre la duración de la vida que Leonor no sabe, no puede o prefiere no contestar.

 

CUENTO

1957-1967

O.I. 1
TÍTULO ORIGINAL: La caja vacía
TÍTULO EN OTRO IDIOMA: The empty box
FECHA DE CREACIÓN: 1959
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN: La caja vacía por Emilio Carballido. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Una oferta ha corrido de boca en boca entre los pobladores de un ranchería en una región cálida. Unos gringos compran por kilo una planta llamada “cabeza de negro”, el trabajo era pagado a destajo. Podían vender sin límite, la cuestión era recoger la yerba en el monte, para ello debían cruzar el ancho río de impetuosa corriente. Los gringos improvisaron un malacate y por allí podían pasar los que levaban sus costales par recoger la yerba, otros cruzaban el río.
El miércoles había más gente que otros días, Porfirio uno de los hombres quería recoger yerba para tener un poco de dinero, pues era muy pobre, espera abordar el malacate, pero se decide mejor a cruzar el río. Al río había que entrar en diagonal, para esquivar la corriente de frente. Porfirio equivoca la trayectoria y se ahoga. Todo el campamento se pone en movimiento para tratar de salvarlo, pero es inútil. Uno de los hombres se encarga de dar la noticia a la familia del muerto.
En la casa de Porfirio, toda de palma y bejucos, se encuentran la madre, enferma, la mujer, embarazada, y dos niños con lombrices. Al saber la noticia las mujeres se encuentran desoladas, pues Porfirio era el sostén de ellas y ahora se encuentran sin dinero para nada. La mujer, Domitila, se acuerda que doña Leonela la ayudó cuando su mamá estuvo muy enferma y murió. Para eso había que ir a ver a doña Leonela a dónde esta se encontraba.
Doña Leonela era la tía del gobernador del Estado, éste le había dado el puesto de jefa de la oficina de Asistencia Pública, porque su tía era muy caritativa en su pequeña oficina llamada “El refugio guadalupano”, donde recibía a los pobres y les daba medicinas, alimentos, dinero...
Pero doña Leonela confundió “El refugio guadalupano” con la responsabilidad de la Asistencia Pública del Estado y Tiquín la hizo víctima de su poder de gobernador, pues en principio le prohibió que lo llamara confidencialmente “Tiquín”, como ella le decía cariñosamente y además le advirtió que el dinero del presupuesto de su oficina debía durarle todo el año y no gastarlo rápidamente en limosnas. La represión surtió su efecto y Leonela cambió su actitud con los pobres, le parecía sucios, mendaces y adulones, y se dio cuenta que ella podía también usar el poder con los que la rodeaban. Comenzó alzando la voz y luego siguió con los golpes sobre la mesa y maneras déspotas.
Domitila, la mujer de Porfirio y una vecina fueron a ver a doña Leonela, para que pagara el velorio, con la esperanza de hallar el cuerpo de su marido, pero Leonela ya no era la de antes, no las recibió pero ante la mediación de una trabajadora social, mandó les hicieran un estudio para ver que se les podía dar. La trabajadora social con el dinero de ayuda hace que le manden un buen ataúd, aunque no haya cuerpo que enterrar.
El ataúd llega al rancho. Todos están rezando los rosarios en memoria de Porfirio, del que no se ha encontrado, todavía, el cuerpo en el río, las mujeres de la casa de Porfirio no saben qué hacer con la caja, la acomodan como pueden en un rincón, pero ésta ocupa mucho espacio. Como no encuentran en qué ocuparla, cuando llega doña Dalia, una vieja muy vieja, que reza el rosario, se les ocurre que allí hay muchos viejos y que alguno de ellos se morirá pronto y su familia podrá comprar la caja.

COMENTARIO:
El tema de La caja vacía es utilizado por Carballido para escribir la obra de teatro Silencio pollos pelones ya les van a echar su máiz. La trama de la obra de teatro, borda sobre los momentos importantes del cuento. En el cuento el autor usa también el diálogo, como en muchos otros del propio autor. Cada uno de los personajes tomará mucha más fuerza en el texto dramático. Lo que en el cuento está a cargo del narrador, como el describir acciones pasadas, en el texto dramático se vuelve analepsis en acción y el narrador se vuelve coro. El cuento traza los personajes y las acciones y el uso del tiempo que en la obra de teatro tendrán un desarrollo más completo. (Ver supra).

O.I. 2
TÍTULO ORIGINAL: Los huéspedes
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1959
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Este cuento sucede también en un lugar cálido: Córdoba. El narrador nos describe el ambiente y dibuja a los personajes: Carlos, Víctor la pareja de jóvenes, Guille la madrastra, y las tías Aminta y Rocío.
Carlos debe bañar a su chivo blanco o el padre lo hará barbacoa. Carlos se debate entre sus propias imágenes aisladas del discurso del padre, que este cree aferradas a las suyas. El padre sale a realizar su trabajo y Carlos queda arrobado por su imaginería. Se ve interrumpido por una pareja de jóvenes que venden un para de aretes y un collar. Carlos intenta convencer a su tía y a su madrastra de comprar las joyas pues los muchachos las ofrecen muy baratas, tanto que las mujeres creen que son falsas. Los jóvenes dicen vender las joyas porque no tienen dinero y deben ir al encuentro de su madre enferma en Chiapas. Las mujeres les dicen que regresen en una hora, cuando vuelva el padre.
Carlos tiene que ir al mercado y allí se encuentra a los jóvenes, muy turbado por su presencia Carlos huye a su casa. Cuando el padre llega, las tías inventan un pretexto para que Carlos busque a los muchachos en el mercado, así lo hace y éstos se desplazan hacia la casa. Se presentan al padre como Consuelo y Gabriel Corzo, su historia es sencilla: hijos de madre humilde y un hombre prominente, viven en México vigilados por el padre, pero en comunicación con la madre, ahora, la madre enferma, se escapan para verla. Todos conmovidos los hospedan en la casa, les dan de comer. A los postres la chica dice que escribe versos y recita unos sobre una joven suicida. Todos intuyen que ella es la suicida.
Carlos los invita a conocer el lugar y se divierten, Consuelo representa una escena de una mujer golpeada. Carlos se queda atónito pero ríe con ellos de la ocurrencia. Se quedan a dormir en la casa. Carlos tiene sueños agitados. Los muchachos se fueron temprano, después de desayunar, Carlos los despidió, con emoción, en la estación del ferrocarril. Al regresar encontró a su madrastra triunfante, los versos no eran de Consuelo sino que estaban en el Declamador sin maestro. Tal vez ni siquiera eran hermanos. A Carlos no le importó mucho este nuevo juicio porque había vivido un día estupendo y concluyó que esos muchachos eran hermosos.

COMENTARIO:
Emilio Carballido crea personajes que habitan, a veces, varias obras suyas. Es como si los propios personajes gozaran su creación y quisieran irse a otra obra, no contentos de estar en la primera. A veces los encontramos en cuentos. obras de teatro o en novelas. En el cuento Los huéspedes habitan los personajes de Un vals sin fin por el planeta, como también en la obra La danza que sueña la tortuga. Al leer las dos obras nos podemos dar cuenta que en el cuento, los personajes son más jóvenes que en La danza, pues Carlos aparece en las primeras como un adolescente, mientras que en La danza es ya un joven. Aparece también desde el cuento el carácter de las tías, dóciles y respetuosas con su hermano, a quien miran como un padre, carácter que juega un rol muy importante en la comedia.
En el cuento, como en las obras, el autor maneja el tiempo objetivo y subjetivo el propio de la narración y el de Carlos en una combinación armoniosa. Ambos corren paralelos. En el tiempo de Carlos, las imágenes cuentan mucho, en el tiempo objetivo lo que cuentan son las acciones.

O.I. 3
TÍTULO ORIGINAL: Media docena de sábanas
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1959-1960
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.
(completar la ficha de traducción de Ludmila Novikova. Izvestia. Moscú, mencionado por M. Peden).

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
En una vivienda pobre está Susana acostada, cuando una vecina le lleva a uno de sus hijos porque andaba solo en la calle. Susana lo regaña y mira a sus otros dos hijos: uno pequeño que mama sin sacar nada del pecho y otro mayorcito. Susana mira a sus hijos desconsolada, porque no tienen qué comer. Ella había probado solamente un té de hojas. Susana deja amarrados a sus hijos en el cuarto donde viven y recoge unas ropas para ir al lavadero comunal a lavarlas. Las mujeres vecinas lavan ostentosamente. Susana encontró una tejita de jabón con la que podía lavar algo, pues ella no llevaba jabón. Le pidió prestado el suyo a Lorencita, una mujer que lavaba muy bien. Susana no sabía lavar. Una vez le había lavado la ropa a un profesor pero la echó a perder. Cuando estaba lavando pensó que debía ir al dispensario por medicinas, porque comida nadie daba. Cuando terminó se sentó al sol. Las demás lavanderas comentaron que ya se iba a dormir y se rieron. Susana no era de Xalapa, la había traído Rubén, su marido, que no tenía trabajo y era borracho. Ella era floja y estaba hambrienta para buscarse otro hombre.
En esa especie de ensoñación en la que estaba Susana oyó venir a Crucita, la sirvienta de una mujer rica: Delfina Zavala, suegra del Presidente Municipal. Crucita pedía que alguien lavara la ropa de Delfina. Ninguna de las lavanderas quiso lavarla, porque recientemente una de ellas había ido a la cárcel, por perdérsele unas camisas del Presidente Municipal.
Susana pidió la ropa para lavarla y pidió un anticipo. Crucita la amonestó para que cuidara la ropa. Susana compró verduras, carne y café. Comió anhelante, como una pájara, dio carne previamente masticada a los hijos. Revisó la ropa, estaba casi limpia y era fina. Decidió lavar primero las seis sábanas. Las lavó y las tendió en su cuarto. Llegó su marido borracho. Ella quería un poco de atención del marido, pero él viendo que había lavado ropa, le buscó dinero en el delantal, forcejearon. Ella recuperó los centavos y los echó a un depósito de agua. Rubén se molestó por eso y la golpeó en la cara. Susana se escapó y se rió a carcajadas, él entonces, se enredó en las sábanas y rasgó una por una. Con las sábanas rotas, la mujer gritaba y arrastraba también los trapos desconsoladamente. Rubén se fue triunfante, pero a la vuelta de la esquina lloró y odió a Susana por haberlo orillado a hacer lo que hizo.

COMENTARIO:
Una docena de sábanas es un cuento lleno de desesperanza y dolor, dolor por la pobreza, dolor por la falta de ilusiones, por el amor acabado, por los hijos raquíticos, por el cuarto miserable, por la tejita de jabón encontrada para lavar la ropa, por las sábanas rotas. El narrador observador, cuenta lo que ve en el tiempo y en el espacio objetivos, pinta el ambiente, los personajes, y, además, deja atisbar el tiempo, los espacios subjetivo de la protagonista, así como las reacciones, el fluir psíquico de los demás personajes con sus diálogos. Por un momento el narrador deja de observar el entorno y entonces cuenta los antecedente de Susana, el ambiente de los ricos y la aventura de las camisas perdidas.
El cuento es un ejemplo de manejo del género y de tratamiento del lenguaje literario.

O.I. 4
TÍTULO ORIGINAL: Los prodigios
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1959.
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTENIDO ANECDÓTICO/RESUMEN:
El narrador nos describe el ambiente de la recámara de Quique, un niño pequeño que se está despertando, se viste y sale al patio encontrándolo todo sorprendente. Quique se encuentra con su tía Coco, en lugar de su tía Bibi. A Quique le sorprenden todas las cosas que no había visto antes: el arco iris de un chorro de agua contra la luz, las plantas, una telaraña, pero la tía es seca y malhumorada. Quique no se orienta bien en esta casa donde tiene apenas dos días y se entretiene solo, pues está en un mundo de adultos. Quique recuerda su casa, tan sencilla que todo era fácil, pero aquí con las tías todo es más complicado, ellas no aprecian las maravillas de la naturaleza que son como prodigios.
Quique corre a buscar a su tía Bibí para que vea la telaraña llena de gotitas de agua. Al llegar a la cocina escucha a sus tías que hablan de él. Se referían a la dificultad de la madre para mantener a sus hijos, porque el padre la había abandonado. Quique percibe que se refieren a él pues las tías se callan cuando él entra. Podía haber preguntado porqué, pero prefirió callarse y refugiarse en sí mismo y seguir vagando por el jardín solo, pues los prodigios habían desaparecido.

COMENTARIO:
Este cuento profundiza en el tiempo subjetivo de un niño pequeño. El contacto con la realidad es un campo que todavía no domina y en este espacio en el que percibe que está con sus tías porque su padre abandonó a su familia, no quiere darse cuenta de ello, prefiere replegarse en sí mismo, con el tipo de pararespuestas que suelen dar los niños de esta edad. La forma poética con la que el autor se refiere a la situación que propone, se integra al lenguaje. Un lenguaje que nos describe atmósferas, sentimientos, sensaciones, percepciones de un niño pequeño.

O.I. 5
TÍTULO ORIGINAL: La paz después del combate
TÍTULO EN OTRO IDIOMA: Der friede nach dem Kampf
FECHA DE CREACIÓN: 1959.
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
Revista La palabra y el hombre. Número 10 abril-junio de 1959
En Anuario del cuento mexicano 1959. INBA. México, 1960.
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica: Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.
Der friede nach dem Kampf. Horst Erdmann Veriag. Stuttgart, Alemania, 1962.

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
El cuento comienza en el velorio del doctor Adalberto Aldama. Sus hermanas Ana y Adela lo velan. Su mujer Marión está dormida por una pastilla que le dio su hija Elena. Las mujeres reciben un telefonema de otra tía, Valentina, que les anuncia que la primera mujer de su padre y su hijo irán al velorio. Llega Adalberto hijo con su mujer.
Elena va a despertar a su madre, ella recuerda su historia. Marión era llamada así por su padre, quedó huérfana y se sostenía vendiendo muebles y alhajas que le dejaron sus padres. Julio, un muchacho débil y con ansia de progresar se casó con ella, pero no hicieron buena vida, Julio era borracho tenía deudas y los suegros no ayudaban en nada, hasta que conoció a Adalberto en la tienda de las hermanas de éste. Marión cosía vestidos para que las hermanas los vendieran. Adalberto acababa de llegar de Europa con su mujer, Paloma, y sus hijos. Se vieron en la tienda varias veces hasta que se besaron. Adalberto y Marión se amaron, Él dejó a su mujer y se fue con ella a Europa. Desde entonces Adalberto y Marión fueron una pareja feliz. Paloma no le dio el divorcio a Adalberto y Julio pidió dinero para no encarcelar a Marión por adulterio. Adalberto quedó arruinado.
Al velorio llegaron la tía Clementina que había apoyado a Paloma, la propia Paloma y una sobrina, Esther. Marión tiene el impulso de no recibirlos, pero su hija le reconviene, pues ya nada tiene caso muerto el padre. Marión recibe a Clementina y a Paloma a quien todos nombran “la otra”, a pesar de haber sido la mujer legítima.
Marión emocionada pide a la sobrina Esther, escritora, que escriba su historia, ella le contará todo lo que sucedió entre ella y Adalberto.

COMENTARIO:
La historia de Marión es de sobresaltos y de amor, pues Adalberto vive con ella a pesar de todo. La manera en que está contada esta historia como hay muchas, es sencilla y poética. El narrador nos muestra el ambiente de los espacios y los tiempos objetivo del lugar del velorio, y subjetivo del recuerdo de Marión. En su estructura interna el cuento combina esas dos líneas, la del tiempo del final del velorio, y la del tiempo subjetivo de la historia de Marión. De modo que se puede ver la figura de una viuda y al mismo tiempo la joven que fue, su orfandad, su enamoramiento, su amor, su fuerza para imponerse como esposa, a pesar de ser la amante y la fuerza de voluntad para aceptar “la otra” en el velorio, pues como dijo su hija Elena, después de muerto Adalberto, ya nada importa. El lenguaje es claro y sencillo describe los momentos de dolor, de alegría, de esperanza de la protagonista Marión.


O.I. 6
TÍTULO ORIGINAL: Danza antigua
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1959
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTENIDO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Hilaria llega cansada a su casa después del trabajo y se encuentra, como siempre, con los lloriqueos y quejas de su madre que acusa a la nieta, Palmira, de hacerle groserías. Palmira afirma que no es cierto y que la abuela dice todo eso porque no la quiere. Palmira fue la consetida de la abuela, pero desde hacía un tiempo la agredía constantemente. Palmira afirmaba que la abuela ya no la quería y por eso decía mentiras para que la castigaran. La abuela concentraba su rencor al escoger, en la cena, el pan que le gustaba a Palmira. Palmira la miraba con resentimiento. La abuela también se quejaba con su hijo y éste muy altanero le respondía que podía ir a vivir con él. Sin embargo dentro de él pensaba que no podría con la abuela. Hilaria también pensó en lo mucho que la abuela le haría falta para cuidar a las hijas y encargarse de la casa.
Por la noche la abuela sollozaba y preguntó a su hija si se acordaba lo bonita que ella era. La hija le responde afirmativamente y se da cuenta que es la edad de la vieja la que le hace pensar en la muerte.
Una noche Hilaria llegó a su casa y encontró que el tío le había pegado a Palmira por causa de los quejidos de la abuela. Hilaria muy resentida mandó a la vieja a vivir con el hermano. Interiormente ni el hermano ni la abuela querían eso, pero Hilaria fue definitiva: a sus hijas no las iba a tocar nadie.
Palmira sabía que ella tendría que cocinar, limpiar la casa y encargarse de las hermanas, pero se alegró. Internamente pensó que antes no era así con la abuela, las dos se querían, y pensó que debía contar lo que había visto pero no lo hizo.
Palmira fue testigo de una escenificación que la abuela hacía, a solas, de cuando ella era joven. La abuela con las faldas arremangadas y al compás de una música imaginaria, bailaba, sonriendo y saludando, como si estuviera en un gran salón de fiesta de un casino, en tiempos pasados. Palmira la sorprendió y se rió de ello. Desde entonces la abuela la detestó. Palmira se preguntaba porqué ese odio de la abuela si ella no iba a decirle a nadie lo que había visto.
El tío y la abuela salieron de la casa en medio de la pena de todos, menos de Palmira que fingiéndose dormida permaneció con los ojos secos.

COMENTARIO:
El conflicto que suscita el momento en que Palmira ve a la abuela escenificar, a solas, un girón de su propia vida de joven, trastorna las vidas de los integrantes de la familia. La abuela no pasa por alto la intromisión de la nieta en su espacio privado del recuerdo. Palmira es un voyeur que la ha sorprendido en un acto íntimo, que para la abuela significa mucho, pero que en ese momento lo hace ver como una caricatura. Y hace conciencia de que es una vieja que muestra las canillas para danzar. Por eso la risa de Palmira; sin embargo para la abuela era vivenciar el recuerdo de su juventud, atraer para sí un poco de la vida de sus quince o dieciocho años. Por medio del hecho de danzar a solas y de imaginar a gentes de ese tiempo la abuela se aferraba a la vida. La abuela siente el ridículo ante Palmira y por eso le toma rencor. Entre Palmira y la abuela había un trecho generacional enorme, que sólo era salvable por el cariño, faltando éste sólo quedaba la incomprensión y el rencor. La abuela no puede dar marcha atrás, no puede descubrirse ante los demás, ni Palmira comunica lo visto, por consideración a la propia abuela y porque no sabría explicarlo en toda su magnitud, guarda para sí el secreto de lo visto; así, cada una de ellas asume la parte negativa del acto que provoca la partida.

O.I. 7
TÍTULO ORIGINAL: Las conferencias.
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1960
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En el suplemento cultural México en la Cultura del periódico Excélsior el 17 de Julio de 1960. En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTENIDO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Un extranjero dicta conferencias sobre temas culturales en México, un país que ni siquiera planeó visitar. Escribe una tarjeta postal desde Huatusco, Veracruz, donde se halla Leticia, una periodista que se ufana en publicar artículos sobre él. El hombre se ocupa en escribir una carta para su mujer, para llenar el tiempo que falta para la conferencia que dará en ese lugar. Le escribe cosas amables, pero no puede mandar dinero porque en México los trámites burocráticos son incomprensibles y tardan mucho.
Una comisión encabezada por un maestro de literatura va por él para llevarlo al teatro donde dará su conferencia. Van a pie, por el camino se despliega el escenario del pequeño pueblo con sus casas y sus comercios. El narrador omnisciente nos habla de las conferencia que dará el invitado. Una conferencia que siempre tiene éxito titulada “La juventud ante el tiempo” que forma parte de su repertorio dirigido a diferentes niveles de la población. Espera que se llene el teatro, mientras sufre un ligero mareo que atribuye al cansancio por los viajes.
El conferencista, de origen estadounidense, habla español sin acento, con dominio de la sala inicia su discurso y logra la atención pero súbitamente al distraerse por una lluvia de aplausos, iniciada por los adultos y seguida como juego por los niños, vienen a su mente imágenes egipcias de ensoñación. Nuevamente hila su exposición, habla de hombres célebres, pero no logra del todo atraer nuevamente la atención. Otras imágenes le asaltan en medio del discurso, suda, se siente mal, termina en un clímax oratorio.
La concurrencia aplaude y conduce al orador a su hotel, no sin antes darle, en un sobre cerrado, un cheque. El conferencista se siente mal, debe descansar, se tiende sobre la cama, pero mecánicamente se repite que debe ver al médico, y que no puede dormirse porque en la tarde dará otra conferencia.

COMENTARIO:
En cuatro páginas el autor nos ofrece un cuento que narra un momento, quizás dos horas, de la vida de un orador extranjero que ofrece sus conferencias culturales a distintos públicos, por una paga que es su único sostén. Su familia está lejos y él debe enviar dinero para sus gastos y para su hija enferma. El orador tiene los discursos hechos, pero en el discurso trata de encontrar motivos para que la conferencia sea interesante. Es una rutina, pero esta rutina se ve fracturada por su malestar y motiva su distracción. Podemos pensar que viene sufre los mareos desde hace algún tiempo y no ha hecho caso de ellos. Se tiende al final sobre la cama y el narrador no nos dice más. Se abre una interrogación sobre este personaje: ¿Se muere, o continúa su rutinario trabajo para seguir viviendo? Cada receptor se fabrica su propio escenario, su propio desenlace.
El autor usa un estilo indirecto, es el narrador, observador, quien nos informa de lo que sucede usando la tercera persona del singular, describe el espacio y el tiempo objetivo y subjetivo; describe la atmósfera, el estado de ánimo del conferencista, sus sensaciones al dar la conferencia y nos hace pensar que se conduce de la misma manera en otras, con los temas que el mismo narrador nos comenta, al mismo ritmo.

O.I.: 8.
TÍTULO ORIGINAL: Las flores blancas
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1960
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.
“I fiore bianche” en Le piú belle novelle de tutti i paesi. Milán 1966. ((citado por M.S. Peden)

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Adriana prepara su casa para recibir a su amiga Rosario que viene por ocho días de vacaciones. Rosario es la mejor amiga de Adriana y madrina de bautismo de su hija mayor que lleva el nombre de la madrina. Rosario es divorciada y no tiene hijos.
Adriana, su marido y las niñas están vestidos como de fiesta para recibir a Rosario que viene en tren. Rosario llega, los miembros de la familia de Adriana la saludan afectivamente. Llegan a la casa y Adriana nota un cambio ligero en Rosario, ésta ya no es alegre como era antes, es más bien exagerada en sus movimientos. Adriana la mima y quiere estar a solas con ella para poder platicar a gusto, porque quiere a su amiga y le compadece su soledad. Intercambian recuerdos y novedades que Adriana avanza a Rosario. El marido con un poco de fastidio atiende a Rosario. Cenan. Después de la cena Adriana le confiesa a Rosario que las relaciones con su marido, después de siete años, ya no son lo mismo. Él va con una prostituta del pueblo. Rosario confiesa a Adriana que ella ha tenido relaciones con varios hombres. Lo último de las confesiones de Rosario las oye Miguel el marido de Adriana. Todos se van a la cama, pero en la noche Miguel se levanta y va a la cama de Rosario para hacer el amor con ella. Adriana se da cuenta de que Miguel no está en la cama y sospecha enseguida lo que pasa pero no dice nada. Rosario tampoco dice nada. En la mañana se encuentran las amigas ycada una de ellas siente pena por la otra. Todavía tendrán que pasar siete días de disimulo.

COMENTARIO:
El narrador describe cuidadosamente los ambientes y los sentimientos de los personajes. Imperceptiblemente pasa, de un ambiente subjetivo a otro. Por ejemplo del pensamiento de Adriana al pensamiento de Rosario. Este recurso está muy bien manejado en la narración de lo que sucede en la noche entre los tres protagonistas: Rosario, Adriana y Miguel. La narración también es sutil, pero precisa cuando se refiere a los sentimientos, entonces destaca el contraste entre el cariño de los personajes femeninos en el principio del cuento y el desencanto, el desamor del final, por aquello que cada una sabe que la otra sabe.


O.I. 9
TÍTULO ORIGINAL: Cubilete
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1960
LUGAR Y FECHA DE PUBLICACIÓN:
En La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. Col. Letras Mexicanas, número 71. México, 1962.

CONTEXTO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Mario está metido en la política, no tiene dinero y se lleva de su casa lo único que tienen para comer. Dice a su mujer que traerá dinero y que lo esperen para comer. Mario pertenece a un círculo de políticos grandes y pequeños que se reúnen en un café de la Plaza de Armas de un puerto. Mario llegó al café y se instaló en la rutina de saludos, chistes y novedades que se ventilaban en el grupo. Cerca del grupo estaban dos hombres que buscaban concesiones gubernamentales forestales y de pesca, Mario pensaba fungir como intermediario y obtener alguna comisión por alguna de las dos concesiones. Al poco rato llegó el político más importante y comenzaron la ronda de coñac. Las rondas las pagaban por suerte jugando al cubilete, a Mario debía tocarle una, pero como él sólo traía el dinero del gasto, no iba a alcanzarle. Le tocó el turno a Mario y ganó, por una vez no pagó la ronda, Los comentarios sobre política empezaban a decidirse, a Mario le tocaba otra vez jugar a los dados. Ya todos habían perdido las tandas, en algún momento le tocaría a Mario, pensó en pedir dinero prestado. En ese momento un amigo le hizo señas de lejos era Héctor Cervera que quería, a su vez, un préstamo por muchas desgracias que le habían pasado. Mario casi no lo oía, pero se le ocurrió la idea de que el amigo le repitiera su desgracia frente a sus amigos, cuando lo hizo, Mario echó el único billete de cincuenta pesos que traía y pidió a todos los de la mesa que lo ayudaran. Cada uno de los políticos echó billetes en el sombrero de uno de ellos. Héctor se fue y Mario no sabía cómo alcanzarlo, temía que Héctor se fuera con el dinero. El dueño del sombrero recordó que el sombrero era suyo y por fin Mario tuvo en sus manos el pretexto. Buscó a Héctor donde habían acordado antes, en el mingitorio, y se repartieron el dinero: nueve mil ochocientos pesos, ante un Héctor emocionado y agradecido con Mario. Mario por su parte tenía ya bastante dinero para solucionar sus dificultades económicas.
Mario volvió a la mesa y alguien le murmuró que una de las comisiones sería para él y que había un puesto mediano que él podría ocupar. Mario pensó que su suerte seguía buena. Intentó otra ronda de pókar para pagar los coñacs y la suerte continuó, tiró ¡Pókar!.

COMENTARIO:
Este cuento maneja el suspenso durante su desarrollo. El receptor siente el pulso del tiempo, el ritmo del cubilete y el sonar de los dados. El ambiente está tan precisamente descrito, que el lector puede imaginar el ambiente caluroso del puerto, el ruido de las voces en el café, las caras de los políticos, la cara del político principal y la ansiedad de Mario. Mario ordenando a lo más íntimo de su ser para tirar una buena jugada y urdiendo la escenificación con el pobre de su amigo para lograr la generosa cooperación de todos y así solucionar dos necesidades, la de su amigo y la de él. En este cuento el desenlace no se precipita como en otros, se va gestando y aumentando de intensidad, hasta casi percibir el sombrero lleno de billetes de diferentes denominaciones. Es un cuento realista con incursiones en el mundo subjetivo de Mario, pero que se integra a la realidad del momento vivido.


O.I 10
TÍTULO ORIGINAL: Por celebrar del infante.
TÍTULO EN OTRO IDIOMA:
FECHA DE CREACIÓN: 1962.
FECHA DE PUBLICACIÓN: Incluido en las reimpresiones de La caja vacía. Fondo de Cultura Económica. México, 1974, 1977, 1982, 1985, 1989.

CONTENIDO ANECDÓTICO/RESUMEN:
Luis, un adolescente, recuerda con melancolía la última posada en la que no pudo bailar como él hubiera querido con Conchita, su vecina y amiga y a la que debiera haberse declarado pidiéndole que fuera su novia. Luis imagina lo que no sucedió en la fiesta y que le hubiera gustado sucediera. Se lamenta de no saber bailar bien.
En su casa se preparan para la Nochebuena, su mamá invitará a la mamá de Conchita y a su hermana Susana. Luis piensa en comprar regalos para las invitadas. Afuera de la casa un viento fuerte del sur empieza a soplar. Luis sale a comprar los regalos y de vuelta se encuentra con su hermano
Alfonso que es cinco años mayor que él, quien lo invita a dar una vuelta por las calles de la ciudad. La intención es ver las piernas de las mujeres que dejan al descubierto las faldas levantadas por el fuerte viento.
La casa adornada para la celebración luce la piñata que Luis realizó llena de fruta, dulces y papeles con bromas escritas. A pesar del viento fuerte llegaron las visitas: Susana, Conchita y su mamá. Los muchachos comenzaron a bailar. Como Alfonso sí sabía bailar las muchachas se lo disputaban ante la frustración de Luis. Comenzaron a beber y tomar colación pero el viento fortísimo interrumpió la cena, era tan fuerte que rompía tejas, tiraba árboles y hacía destrozos con lo que se le pusiera enfrente. La luz se apagó y decidieron que las visitas no podían irse, para no tener un accidente. Encendieron velas, atrancaron puertas y con el miedo que el viento causaba acomodaron debajo de la cama colchones para dormir, entretanto llevaron al cuarto el guajolote, el pastel y bebidas para cenar. Conchita y Luis comían sin parar, sus padres los conminaban a no comer ni beber tanto. Para ponerlos en paz su madre les pidió que se metiesen debajo de la cama. En efecto sus risas inquietas fueron apagándose poco a poco.
Debajo de la cama los dos continuaron comiendo, chorréandose de comida y bebida y allí Luis comenzó a tocar a Conchita, ella débilmente protestaba, sin dejarlo hacer totalmente, Luis desbordó en ella su dicha.
En la mañana se asomaron para verlos y comentaron que estaban dormidos abrazados como dos angelitos. El viento había parado y todos contaban los destrozos. Concha y Luis salieron a la calle a mirar los destrozos, Concha propuso ir a su casa pero Luis sugirió ir al cerro. Allí Luis besó a Conchita y ambos corrieron hacia la parte más solitaria.

COMENTARIO:
Por celebrar del infante no es sólo el festejo tradicional de Nochebuena sino también la celebración de las relaciones entre Luis y Conchita, dos casi infantes. El viento del sur que hizo destrozos en las casas de los Cordobeses, sirvió para reconstruir la deteriorada apreciación de Luis hacia sí mismo. Conchita atraída por el baile, la fiesta y la seductora presencia de Alfonso, el hermano de Luis, que sabe bailar bien, se decide por Luis y acepta de éste sus avances. Luis, por su parte, se inicia en la vida amorosa con Conchita. Toda su inseguridad y desconfianza para acercase a una mujer son vencidas. El viento, dañino para los demás, es favorable para ellos.