La Purísima Concepción

Villalpando nació aproximadamente en el año 1649, debido a los pocos datos que se conservan sobre el artista, sólo se puede establecer un seguimiento cronológico parcial de sus actividades pictóricas a gran escala, efectuadas bajo varios encargos catedralicios que se le hicieron en distintas ciudades del virreinato mexicano, mismo que puede dar cuenta del prestigio del pintor en el territorio. Murió en 1714. La Inmaculada concepción fue uno de los dogmas de fe más difundidos de la contrarreforma; pintores del prestigio de Bartolomé Esteban Murillo y José de Ribera crearon un código visual para representarla. En la técnica de esta pintura se advierte una fuerte influencia de la Escuela de Murillo. Lo "vaporoso" de la composición está logrado por medio de una pincelada sutil. Se representa, según la visión de la mujer apocalíptica, coronada por doce estrellas, vestida de Sol y con la Luna a sus pies; numerosos angelillos se ocupan en sostenerla, mientras que otros llevan en sus manos algunos símbolos marianos como el espejo. En las esquinas inferiores se representan advocaciones de las mariologías, como el ciprés, la palma, la torre de marfil y el cedro de Líbano. La palma, símbolo de bondad; la palmera, utilizada en las iconografías mozárabe y romántica como imagen de la tierra celeste; el árbol, alusión de la vida del cosmos; y el pino que simboliza la inmortalidad.