Revista Tierra Adentro 54, Los ríos

En la literatura mexicana, el río siempre está allí", escribe Sara Sefchovich al inicio de su navegación, en busca del río, por el caudal de nuestras letras. Realidad cotidiana y elemento vital de nuestra geografía, el río es también flujo de historias, imágenes y símbolos, materia siempre dispuesta para la creación y la recreación. Al recuento de sus posibilidades, agregamos en este número un intenso ejemplo: el paisaje desolado por la inundación, del poeta chiapaneco Efraín Bartolomé. Asimismo, el mosaico de impresiones y recuerdos literarios de David Huerta y una crónica de una aventura contemporánea en el río Balsas: el "maratón". Por su parte, dos poetas, José Luis Rivas y Guillermo Fernández, nos acercan, mediante las artes de la traducción, a otros ríos: los de Henri Bosco y Mario Luzi. Al margen de estas correspondencias alrededor de un tema, pero con no menor oportunidad, incluimos textos inéditos de dos presencias literarias del noroeste y el norte del país, respectivamente: el poeta Jaime Labastida y el narrador Jesús Gardea, exponentes de tendencias en nuestra literatura finisecular madura. Nedda G. de Anhalt, por su lado nos ofrece una brevísima ficción de posibles sentidos circulares. En el campo de la música, una reseña de las experiencias del programa de Orquestas y Coros Juveniles de México, encabezado por Fernando Lozano, da cuenta de un interesante experimento de promoción de la educación musical entre los jóvenes. Reproducimos así mismo, los comentarios de Héctor Azar, Margo Glantz, Óscar Oliva y Edmundo Valadés en torno a otra experiencia de jóvenes: el fondo editorial iniciado hace unos cuatro meses por nuestra revista. Es particularmente significativo presentar en este número, al lado presentar en este número, al lado de autores reconocidos, a jóvenes como el poeta José Camarena y el cuentista Agustín Ayhllón, de dieciséis y catorce años, respectivamente, y quienes publican por primera vez. No sólo por su juventud sino también por la capacidad imaginativa y verbal que se advierte en sus voces. En uno de estos casos, más allá de la circunstancia de su origen metropolitano, Tierra Adentro atiende el llamado de una propuesta literaria excepcionalmente fresca, que se integra hoy a un grupo de jóvenes de Baja California Sur, Chiapas, Jalisco, Sinaloa, Tabasco y Tamaulipas. En esta oportunidad, el tema de nuestro suplemento gráfico, la obra singular del oaxaqueño Francisco Toledo, tiene aquí una resonancia lírica, en la pluma de Santiago Mutis Durán, y otra crítica, en una suerte de antología de impresiones y juicios sobre el pintor preparada por Alberto Blanco. El conjunto nos enfrenta, creemos, a una obra luminosa y a sus múltiples reflejos.