En todas las antiguas civilizaciones podemos encontrar testimonios que demuestran la importancia de la danza, ya que, junto con la música, servía para expresar cualquier aspecto de la vida humana en un lenguaje no verbal.

Hoy en día, podemos encontrar alrededor del mundo diferentes manifestaciones dancísticas que han ido evolucionando y cambiando junto con los sucesos de la humanidad; desde el origen del hombre hasta las principales etapas de la historia de nuestra civilización (Edad Media, Edad Moderna y Época Contemporánea).

Una de las manifestaciones más significativas de nuestros tiempos es la danza contemporánea, la cual surgió como una necesidad de expresarse de manera más libre con el cuerpo. La danza contemporánea empieza a gestarse a principios del siglo XX, tras el surgimiento de la danza moderna que buscaba desligarse de las técnicas del ballet clásico, dándole mayor importancia a los movimientos naturales del cuerpo que a la técnica en sí.

En México, el inicio de la danza moderna y posteriormente de la danza contemporánea comenzó a desarrollarse desde los años sesenta, pero es en los ochenta cuando se logra una mayor difusión de la disciplina y se abren más espacios para la danza en general.

Es importante mencionar escuelas que iniciaron años antes, como la Escuela Nacional de Danza en 1937 (ahora denominada Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello) y posteriormente la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea en 1977.

A partir de estas escuelas y de los espacios que se fueron abriendo, surgieron diversas instituciones alrededor del país para profesionalizar la danza contemporánea mexicana.

Te invitamos a conocer un poco más del tema a través de las colecciones que alberga Mexicana, pero, sobre todo, te invitamos a asistir a los eventos dancísticos que se presentan continuamente en toda la República.