15 DE AGOSTO
DÍA NACIONAL DEL CINE MEXICANO
En Mexicana celebramos el Día nacional del cine mexicano con una selección de cortometrajes producidos en nuestro país entre 2012 y 2016.
Estos cortos de realizadores mexicanos nos ofrecen un caleidoscopio de historias y miradas cuyo valor no reside sólo en su posibilidad de entretenernos. Por sus características, estas piezas breves fungen también como testimonio contemporáneo de nuestra realidad; documentan contextos y problemáticas actuales que evidencian el valor indiscutible del cine como patrimonio cultural.
Gajes del oficio (2013) de Mariana Gironella y Un domingo cualquiera (2012) de Claudia de la Cabada abordan con sentido del humor e ironía dos situaciones urbanas en las que la cotidianeidad de sus protagonistas se ve interrumpida por un suceso inesperado.
Gajes del oficio fue ganador del Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje del IMCINE; participó en más de diez festivales alrededor del mundo y ganó el premio Hecho en México en el 4° Oaxaca Film Fest.
Un domingo cualquiera fue ganador del 5to Concurso Nacional de Apoyo a la Postproducción de Cortometrajes y formó parte de la selección oficial del Tour de Cine Francés.
Recuerda esto (2014) de José Miguel Hernández Barba nos devela en pocos minutos la compleja relación entre dos hermanos y nos sorprende justo en la escena final con un giro inesperado de la trama. Fiel a la tradición de la narrativa breve, la síntesis da mucha fuerza a la historia, que condensa en muy poco tiempo todo lo que está en juego en esta relación.
Recuerda esto formó parte de la selección oficial del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango, del Belize International Film Festival, del Festival TromaDance y del Mórbido Film Festival. Su protagonista ganó el premio a la Mejor Actuación Masculina en los Premios 360. Los Realizadores AC.
Inframundo (2013) de Ana Mary Ramos, comparte con el corto mencionado anteriormente algunos elementos: la soledad del campo, la pala, el foso en la tierra, la presencia inexorable de la muerte. El contexto, que no se aborda sino de manera indirecta, está presente: la violencia, las ejecuciones, la desaparición de los cuerpos. Ganó el premio al mejor guión en el Short Shorts Film Festival, México.
Huellita (2012) de Ehécatl García Jiménez y Lucy contra los límites de la voz (2012) de Mónica Herrera son cortos que ponen en primer plano la discrepancia de realidades entre adultos e infantes.
En Huellita vemos a una niña pequeña fascinada porque descubrió que con un poco de pintura puede dejar sobre una superficie las huellas de sus manos. Las circunstancias hacen que tenga que quedarse sola en casa y la escena final trastoca lo que parecía un juego y nos confronta, una vez más, con la violencia.
En Lucy contra los límites de la voz, la protagonista, que vive entre la verborrea de su tía y el silencio absoluto de su abuelo, se pregunta si nacemos con un número predeterminado de palabras por decir y si su abuelo no puede hablar porque se terminó su dotación de palabras.
Lucy contra los límites de la voz
Instituto Mexicano de CinematografíaAmbos cortos proponen mundos infantiles que coexisten con el mundo de los adultos, pero que tienen poco espacio en ellos. Como si la posibilidad de compartir y dialogar estuviera cancelada porque los adultos no se detienen ni un momento: no ven, no escuchan y viven encerrados en su propia versión de la realidad.
Lucy contra los Límites de la Voz fue el cortometraje ganador del Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2012 y en el Festival Pantalla de Cristal de México ganó los premios a Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Cortometraje de Ficción, Mejor Casting, Mejor Dirección de Arte y Mejor Actuación Infantil.
Otra historia que retrata el mundo visto desde los ojos de una niña es Carnitas (2014) de Bárbara Balsategui. De nuevo, el corto evidencia la distancia entre el mundo infantil y el adulto, pero lo hace desde una propuesta muy lúdica y cierra la historia con un evento afortunado que provoca un final feliz para todos. Carnitas formó parte de la selección oficial del XVIII Tour de Cine Francés.
O ser un elefante (2013) y Terry (2016), ambos de Ulises Pérez Mancilla, tienen protagonistas masculinos cuyas historias se entrelazan con las de los animales. En el primero, la referencia a la memoria de los elefantes —que nunca olvidan— es una metáfora de lo que le sucede al personaje principal, quien vive un duelo en extremo doloroso y no logra olvidar.
En Terry, proyecto ganador del XV Concurso Nacional de Cortometrajes del IMCINE en 2015, un maestro rural que trabaja en una comunidad llamada Las Margaritas, en San Luis Potosí, tiene un viaje iniciático en el que se comunica con Terry, el perro de su casera. Con una sensibilidad notable, este director nos habla de la conexión entre humanos, animales y un universo en constante interacción y movimiento.
La tiricia o cómo curar la tristeza (2012) de Ángeles Cruz, denuncia cómo el abuso contra las mujeres se transmite de generación en generación, normalizado por una sociedad que les concede a los hombres derechos sobre ellas. La tiricia, nos enteramos en el corto, es una enfermedad del alma que se transmite de abuela a madre y de madre a hija en una larga cadena que la protagonista de esta historia decide romper. El corto fue filmado en Oaxaca, de donde es originaria la directora, y destacan tanto la música, de la orquesta Pasatono, como la fotografía.
La tiricia o cómo curar la tristeza ganó en 2013 el Ariel al Mejor Cortometraje, también ganó La Palmita EFM del XVI Tour de Cine Francés, fue Mención Especial del jurado GIFF, Mención Especial del jurado Festival Iberoamericano de Huelva España, Premio Género en el Festival de Lambayeque Perú, ganó la Diosa de plata que otorga Periodistas Cinematográficos A.C. y fue Nominada a Mejor Guión por el Festival Pantalla de Cristal.
La tiricia o cómo curar la tristeza
Instituto Mexicano de Cinematografía